Los estudiantes que escuchan recuerdan lo que ESCUCHAN. Aprenden mejor cuando pueden escuchar al maestro explicar las cosas. Por lo general, pueden recordar instrucciones con solo escucharlas.
Una característica destacada de un estudiante que es buen oyente es su capacidad para mostrar empatía activa. Los estudiantes que son buenos oyentes no solo captan las palabras y el contenido de lo que se les dice, sino que también se esfuerzan por comprender y conectarse con las emociones y perspectivas de la persona que habla. Esta empatía activa se refleja en cómo responden y se relacionan con los demás en situaciones de comunicación.